Queridos amigos de El Círculo Beatle, un servidor inicia una serie de publicaciones sobre guitarras y bajos emblemáticos en la historia no sólo del Rock, sino en general de la música del siglo pasado y de lo que va de éste; considero de interés para todos ustedes, el platicarles acerca de algunos datos básicos de materiales de construcción, características físicas y poder ilustrar también de alguna manera, el sonido icónico de dichos instrumentos musicales en las melodías en que fueron utilizados, así como algunos de los músicos más relevantes asociados con los mismos. Espero les guste esta saga tanto como a un servidor, es un placer hablar de un hobby dentro de otro.

Clarence Leo Fender, considerado el padre de la guitarra eléctrica junto con otros grandes prohombres como Les Paul (Lester Polfuss), Paul Bigsby, Orville Gibson, Lloyd Loar, Fred Gretsch y Adolf Rickenbacker (Richenbacher) es reconocido a nivel mundial como un gran héroe de la música de todos los géneros, ya que gracias a sus experimentos e inventos, llevados a cabo en forma paralela con los realizados por los anteriormente mencionados, se logra desarrollar la tecnología necesaria para la consecución de dos temas muy relevantes: por un lado, amplificar el volumen de un instrumento que para la época de la que estamos hablando era poco menos que notable, y por otra parte, producirlo en masa. Primero que nada, debemos preguntarnos ¿para qué querría alguien amplificar el sonido de una guitarra? ¿Y para qué producirla en masa?

La guitarra, a inicios del siglo pasado, era un instrumento que tenía una dualidad interesante en la percepción de los Estadounidenses, ya que por un lado era muy socorrido entre las clases pudientes, utilizándose principalmente en orquestas de mandolinas y guitarras para que las señoritas de las familias de clase media y alta tuvieran un hobby musical sin necesidad de comprar un piano, y por otra parte, Los cowboys del sur de USA, ejemplos de clase trabajadora, habían conseguido sus guitarras – y aprendido la manera de fabricarlas- de parte de los vaqueros mexicanos, la costumbre de cantar lánguidas baladas de amor dedicadas a las Southern Belles, así como también las odas al heroísmo desplegado en la conquista del salvaje oeste por parte de despiadados pistoleros, todo esto con alta influencia de los corridos mexicanos. Por otra parte, los esclavos negros de las plantaciones aprendieron a adaptar sus cánticos originales y a combinar con otros géneros musicales en boga para desarrollar cantos de lamentación, de adoración y de alabanza, que se volvieron la raíz del Blues y del Gospel. La guitarra jugó un papel decisivo, junto con la armónica y el banjo, para el desarrollo de estos géneros. Pero aún no es necesario amplificar la guitarra, ya que la ejecución del instrumento es de forma individual e intimista.

La década de los años treinta del siglo pasado era dominada en los Estados Unidos en el terreno musical por el sonido de los cantantes solistas (crooners, masculinos y sirens,femeninas) acompañados por multitudinarias orquestas (a las que se les llamó grandes bandas por esta razón) en las que se podían contar, cuando menos de siete a diez instrumentos de viento(trompetas, trombones, saxofones, clarinetes), y junto al contrabajo, batería, piano y a veces hasta sección de cuerdas (violines, violas, cellos, concertinas) pues la guitarra de ritmo se perdía sin remedio entre todo ese guirigay; al tender la música hacia la sección rítmica, como en el swing y el jazz, el guitarrista de la orquesta empezaba a desarrollar una personalidad cada vez más relevante, ya que la chitarra es el instrumento rítmico y melódico por excelencia, y se merecía (y se necesitaba) que fuera escuchado de una mejor manera. La guitarra es el instrumento musical que desarrolla mayor proyección de estilo personal del ejecutante.

 

La construcción de una guitarra común está basada en una caja hueca fundamentalmente construida de maderas duras, cedro, fresno, aliso, roble, o caoba, que sirve como cámara de resonancia al amplificar el sonido producido por la vibración de las cuerdas. Al intentar colocar un micrófono para potenciar el sonido natural de la guitarra sucede un fenómeno conocido como feedback en inglés y cómo retroalimentación o acople en español, y que no es otra cosa que la intromisión del ruido ambiente a una cámara de resonancia pequeña, como la de la guitarra, por medio del micrófono; esto fue lo que originó el principio del instrumento alternativo – la guitarra eléctrica- que no fuera hueco, sino de cuerpo sólido, y que llevase el micrófono integrado al mismo, para evitar movimientos que causaran ruidos extraños e indeseables. Lográndose este sencillo principio, podría transmitirse el sonido de una guitarra a un amplificador, y se podría controlar fácilmente su volumen de salida final. Por sencilla que parezca esta teoría ahora, tardó varios años en desarrollarse y comprenderse.

La primera empresa musical que se dio cuenta de esta teoría y la puso en práctica fue Rickenbacker, quien lanzó una primitiva y prototípica guitarra eléctrica tan temprano como 1931, y que es conocida como «el sartén» (frying pan) por la forma que tenía, muy similar a un banjo –y a un sartén- y compuesta de metal y un plástico pionero llamado bakelita (de la que estaban hechos los radios de los 1930’s).También Gibson empieza a colocar a mediados de esta década micrófonos integrados a sus modelos de línea, y así tenemos que por ejemplo, a su popular modelo L-5, le colocaron un micro embobinado atornillado a la caja, lo convirtieron en el modelo ES 150, y lo vendían con un amplificador de tamaño pequeño; con ello se logró aumentar la potencia de salida hasta la asombrosa-para aquel entonces- cantidad de ¡20! watts de salida, lo cual era un gran avance, Gretsch y Epiphone, también siguieron esa línea. Pero aún hablamos de instrumentos de caja hueca, que en un caso muy favorable llegan a tener un volumen de 3 a 5 Watts de potencia.

El siguiente gran avance histórico en el desarrollo de las guitarras eléctricas, correría a cargo del nativo de Wisconsin, Lester Polfuss, quien, además de ser un músico de jazz notable, guitarrista veloz e innovador y padre del Rock y la grabación moderna entre otras cosas, tuvo a bien construir una guitarra a base de un polín de madera de pino de 4×4 pulgadas, el cual corta al tamaño de una guitarra normal, y en el cual monta el micrófono de una victrola en donde iría la boca del instrumento, y le pega  a los costados las mitades de una guitarra Epiphone así previamente seccionada. Logra captar la atención de Orville Gibson, quien lo batea de Home Run por la fealdad del experimento, y quien lo guarda en su archivo muerto hasta 1952. Dicha guitarra se llama » The Log» y esta exhibida en un museo gringo. Gibson lamentaría posteriormente dicha decisión, pues le costaría muchos miles de dólares el no haber comercializado la invención cuando lo propuso Lester.

Paul Bigsby diseña y construye algo muy parecido a una guitarra eléctrica moderna en 1947, pero no se le da el mérito de la invención, ya que fue un instrumento no producido en serie, de hecho fue bajo pedido expreso del estrella de música country Merle Travis, quien quería reproducir el sonido de las steel guitars tan típicas de la música de vaqueros gringos con mayor facilidad; cabe mencionar que este estilo de guitarras, eran bastante grandes a comparación de una lira normal y eran parte estelar de los catálogos de instrumentos musicales de marcas como Kay,Harmony, National, Rickenbacker e incluso el mismo Fender. Ahora sí, será más sencillo entender qué onda con este fabricante californiano.

El buen Leo, nacido en marzo de 1909, establece un taller de reparaciones electrónicas con tienda de radios en 1939, a pesar de tener antecedentes netamente campesinos (por su familia) y estudios de contabilidad, que abandona al inicio de la gran depresión económica norteamericana. La electrónica fue siempre su hobby, y, aunque nunca aprendió a tocar ningún instrumento, siempre fue un entusiasta del diseño de guitarras y amplificadores; a esta la tienda la nombró «Fender Radio Service» y siendo recién casado, se veía optimista en su comunidad de Fullerton, CA. con el negocio de «electrodomésticos, discos fonográficos, partituras, instrumentos musicales y reparaciones» como lo decía su tarjeta de presentación. Reitero que la guitarra «Hawaiana», fue de las primeras en electrificarse y amplificarse, y por ser un instrumento de moda, pues era un negocio saneado; ahí aprende Leo el ABC de los amplificadores. En ese entonces, se diferenciaban los dos tipos principales de guitarras entre Steel Guitars y Spanish Guitars, por aquello de que a la guitarra tradicional se le conocía genéricamente en ese entonces también como guitarra española.

Un primer socio en las locuras geniales de Leo Fender fue Clayton Orr Kauffmann ,el famoso «Doc», quien aparte de ser violinista profesional y ejecutante de la guitarra Steel, compartía el hobby con Leo, se conocieron cuando Doc llevó a reparar su amplificador con él; desarrollaron juntos proyectos para financiar sus sueños en común y empezaron a construir Steel Guitars y amplificadores por ahí de 1946, la nueva operación se llamó Fender Manufacturing, y volvería a cambiar de razón social a Fender Electric Instrument Co. en 1947. Ahora que la guerra había terminado, el sentimiento generalizado de los norteamericanos era que la producción en masa satisfaría las necesidades de sus habitantes, quienes tendrían tranquilidad y poder adquisitivo para consumir, gracias al inicio «fresco» que esto conllevaba. El último socio importante que encontró Fender, fue un fabricante de moldes y troquelados metálicos, Karl Olmsted, quien con su compañía Race & Olmsted proveía de las piezas metálicas que se requerían para producir guitarras de cuerpo sólido, con electrónica simple, pastillas electromagnéticas a guisa de micrófonos (pick-ups) y piezas armables y atornillables que el individuo medio podría ensamblar sin problemas; esto, junto con la necesidad satisfecha de amplificación del sonido de una guitarra, condujo al gran acontecimiento de obtener la forma más práctica de producir guitarras eléctricas en serie; pero a pesar de ser el inicio de varias industrias multimillonarias, este suceso no tuvo un arranque fácil. Sigamos leyendo:

Leo Fender inició formalmente los trabajos de lo qué conoceríamos después como la Fender Telecaster en 1949, a la que podríamos en definitiva llamar, la primera guitarra eléctrica de cuerpo sólido fabricada en serie con fines comerciales. Era un instrumento dirigido al músico que trabajaba todos los días, que podía ajustar y reparar con refacciones compradas y un desarmador si fuese necesario; para la talacha, pues, y el primer género musical que se vio beneficiado de este sonido tan novedoso fue el Western Swing, que inició su popularidad también en la década de los treintas y que vivió  su génesis en salones de square dance en Texas, con exponentes como Spade Cooley, Los Brazos Valley Boys, y sobre todo, un músico brillante que hubiera sido todo un rockstar de haber aparecido 10 años después: Jimmy Bryant. Unos meses después, a principios de 1950, surgió el famoso diseño que algunos incrédulos llamaron «un bastón de hockey» «un remo» o incluso » una pala para nieve» y que era una tabla de casi dos pulgadas de ancho, sin contornos y con una austeridad casi espartana, incluso en su esquema de color original, llamado Butterscotch Blonde, que no es más que un amarillo crema oscuro con un golpeador (Pickguard) de color negro; el diseño con una sola pastilla (la del puente) se le llamó Esquire, y la de dos pastillas se llamó Broadcaster, nombre que causó un incidente con la Gretsch, la cual demandó a Fender por usar ese nombre, por que un set de batería de Fred Gretsch se llamaba Broadkaster, fabricado a partir de 1949. Qué delicados.

Como ya se habían fabricado varias guitarras con la calcomanía del nombre «Broadcaster» se decidió retirar ese nombre de la cabeza o pala de la guitarra, dejando solo el logotipo Fender estilo «Spaghetti» y sin nombre del modelo; esas guitarras se conocieron como «Nocaster» y son sumamente valoradas por los coleccionistas desde hace varios años. A partir de la producción en 1950 de estas guitarras, también se volvió un standard de la industria el refuerzo metálico ajustable para el cuello de la guitarra (truss rod) que evitaría las torceduras del mismo. De hecho, la primera guitarra eléctrica cuerpo sólido producida en serie es la Broadcaster. Pero el éxito comercial ya le pertenecería a la Telecaster, nombre adoptado de una vez por todas a partir de abril de 1951, la guitarra del estrella Jimmy Bryant, la que usó Fred Tavares para el inicio del tema musical de los cartoons Looney Tunes, la guitarra que por la cual el gerente de ventas de Fender, Dale Hyatt tuvo que soportar la burla de que le ofrecieran a cambio de una guitarra Telecaster con amplificador un tren eléctrico Lionel. La que inició costando $189.50 USD, con construcción de madera de fresno (ash), con estuche rígido de tweed (pana), tahalí de piel natural y cable conector. El sonido de esta guitarra es típico en los géneros del Rock, Rockabilly, Western Swing, Blues, Country y Sonido Memphis. Los modelos subsecuentes usaron combinaciones de colores con golpeadores blancos, sombreado de dos y tres colores, y las muy codiciadas custom colors, en 1968 viene una modificación interesante en los colores que ofrecía el catálogo Fender, al aplicar un esquema por medio de la aplicación de papel tapiz con motivos psicodélicos en rosa y azul: el muy cotizado Paisley.

La Telecaster es una guitarra de sonido muy agudo, sobre todo con su pastilla del Puente, que al combinarla con la pastilla lipstick del cuello se suaviza y balancea el sonido, y se produce su mejor tonalidad. Su selector es de tres posiciones, y te permite escuchar en solitario la pastilla del cuello, la del puente y la combinación de ambas.

Algunos de los músicos más emblemáticos que se relacionan con esta guitarra, son:

Rockabilly: Cliff Gallup (Gene Vincent and The Blue Caps) Luther Perkins (Johnny Cash’s The Tennessee Three)

Country: James Burton (Ricky Nelson, Elvis Presley y músico de sesión) Roy Acuff, Brad Paisley, Garth Brooks

Blues: Ike Turner, Muddy Waters, Steve Cropper (Booker T & The MG’s)

Rock: Bruce Springsteen, Tommy Tutone, Ray Davies, Carl Wilson, Nokie Edwards (The Ventures)

Heavy Metal: John Five

Plastipunk: Avril Lavigne

Curiosidades de la Telecaster:

*George Harrison usó un modelo hecho de caoba para el famoso rooftop concert de 1969, su sonido emblemático es muy identificable en canciones como I Me Mine, Get Back o Don’t Let Me Down. Junto con esta guitarra, una Stratocaster de 1965, (usada en Nowhere Man) así como un bajo de seis cuerdas Fender VI, (muy visible en el video de Hey Jude y en las sesiones del álbum blanco de 1968) son los únicos instrumentos musicales de marca Fender que usaron los Beatles, a pesar de que se les ofreció ser embajadores de la marca desde 1964, en su primera gira americana.

*En la etapa solista del cuarteto de Liverpool, John, Paul y George usaron varios instrumentos de Fender, principalmente Telecasters y Stratocasters.

*Ningún grupo mexicano de la primera época del rock and roll 1959-1963 usó una Telecaster.

*El primer rocker mexicano fotografiado con una Telecaster fue Javier Bátiz, por ahí de 1964.

*Jeff Beck usó mucho este modelo en su época con los Yardbirds, en su versión de una sola pastilla, la Esquire., la cual le fue vendida por $ 40 USD por John Maus, de los Walker Brothers.

*El sonido de esta guitarra es muy identificable con la música Country de los 60’s a la actualidad; se ha utilizado en una gran cantidad de sesiones de grabación en Nashville.

Les dejo tres muestras del sonido de esta emblemática guitarra, la primera es Johnny Cash con «I Walk The Line » la segunda»Born to Run» del Jefe Springsteen y la tercera es «Broken Heart» de los Moonlighters, aquí podremos tener una muy buena idea del sonido de las primeras Telecasters.

Será motivo de un análisis posterior la Telecaster Deluxe y la Telecaster aligerada de 1972, que son variaciones sobre el mismo tema, pero con características diferentes a la original.

Johnny Cash:

Bruce Springsteen:

The Moonlighters: